Inspiration

lunes, 13 de julio de 2015

Me he dado cuenta de que solo hablo del tiempo y de que es mi moneda de cambio para absolutamente todo. Del que me queda y del que he regalado. Y puede que esta sea la razón por la que soy tan tremendamente ordenada con las horas que marcan mis días; o que eso solo sea consecuencia del orden hereditario de mi familia. Contigo me arriesgo a tirar los relojes por la ventana. A perdernos por algún lado y salvar el mundo. En un Chevrolet del 60 y con un pañuelo que vuele a medio camino. Contigo apuesto todas mis fichas. Un all in de tiempo. Acabe bien o mal. Las decisiones que marca el corazón nunca serán, a consecuencia, un error. Puede haber elecciones más o menos acertadas. Pero errores, nunca. Puedes tratar de utilizar la excusa de que la confusión de los primeros meses te hicieron precipitarte, pero jamás podrás negar que lo que en su momento te llenó el alma, algún día terminará en el cajón de las cosas que jamás debiste probar. Porque lo cierto es que esta forma tan intensa de amar es demasiado bonita como para describirla con palabras.