Inspiration

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Llega el frío. Sucesión de emoticonos de Navidad y temporal (aunque nunca nieve). Ganas de ver una peli en casa enredada en mantas, con o sin chocolate, porque siempre se nos olvida ponerlo a la lista. Este año hasta me da igual si decidimos comedia o acción, mientras sea con vosotras. 300 fotos hasta conseguir que la serpentina violeta quede estratégicamente natural sobre el mechón que cae sobre el hombro. Más de diez minutos debatiendo sobre el color del papel que envolverá tu sonrisa durante los segundos que tardes en devorar los regalos. Brindar por los reencuentros y escribir mensajes que consigan sonrojar alguna mejilla. Y así, como quien no quiere darse cuenta de que ya han pasado 11 meses, vivimos los últimos 31 días del año deseando sentarnos a la mesa y, por fin, volver a oler el perfume de tu madre en cualquier rincón de casa; ir a la cocina y ver que la despensa nunca está vacía; que tus gatos son un poco más grandes, pero siguen escondiéndose debajo del mismo cojín diminuto; que aunque no encuentres una silla para ti, siempre estás entre nosotras y extrañamos tu poco espíritu navideño y la fuerza con la que invadiste mis 18 primeros años, dejando suministro suficiente para el resto de mi vida. Los encuentros furtivos por la calle, de esos que te cuesta reconocer. Y que no cambio Holanda por nada del mundo, pero os echo de menos. Y necesito de vuestra medicina, de vuestra obsesión por las bolas rojas y plateadas y mi empeño multicolor por que el árbol de Navidad parezca una acuarela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario